El país ha quedado consternado tras la confesión de Juan José Guerrero Quezada, quien admitió haber asesinado y descuartizado a su hermana, Mildred Estefanía Guerrero, en Mao, Valverde.
El horror se descubrió luego de días de sospechas, cuando las autoridades encontraron restos humanos escondidos en recipientes en el baño de su apartamento.
El crimen, cometido el 24 de agosto, es uno de los más atroces registrados recientemente en el país, y revive el debate sobre la violencia intrafamiliar, las adicciones y el deterioro del tejido social.
El hallazgo se produjo luego de que la mujer presentara ausencia laboral en la banca de loterías donde trabajaba. Tras la alerta generada por su inasistencia, se procedió a investigar, lo que llevó al descubrimiento de su cuerpo con múltiples heridas. Los peritos indicaron que el homicidio se habría producido aproximadamente 48 horas antes de su hallazgo.
Desgarrador testimonio y restos ocultos
La investigación forense reveló que Guerrero usó armas blancas para mutilar el cuerpo y luego intentó deshacerse de las partes arrojándolas cerca de un canal.
El hombre también confesó que empeñó pertenencias de la víctima. Asimismo, vendió aves domésticas propiedad de la occisa, con el propósito de adquirir sustancias controladas.
Este acto ha causado una profunda conmoción en Mao y en todo el país.
Las autoridades pondrán al acusado a disposición del Ministerio Público, mientras completan el expediente judicial que lo llevará a responder ante la justicia.
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